MARTIN PEREZ
Cuando termina la temporada de Grandes Ligas, Martín Pérez regresa a sus raíces en Guanare, una ciudad de casi 200,000 habitantes en las estribaciones de la Cordillera de los Andes en Venezuela. La región se destaca por su agricultura y ganadería, y Pérez encuentra una sensación de paz y tranquilidad mientras cuida los caballos, las vacas y la tierra en su rancho en Guanare.
​
Con la intención de retribuir a la comunidad, Pérez imagina el rancho como una fuente a largo plazo de oportunidades de empleo para algunos de los lugareños. En su tiempo libre, también se compromete a llevar esperanza.
Como veterano con 10 años en Grandes Ligas y lanzador estelar de 2022 para los Rangers de Texas, Pérez es consciente de su importancia como ícono local y modelo a seguir. Patrocina a varios equipos juveniles en el área y proporciona guantes, bates y pelotas a los aspirantes a peloteros que los necesitan. El equipo viene acompañado de sabiduría y consejo profesional.
"Compartiré mis experiencias con los niños que quieren jugar béisbol y les diré lo que se debe hacer para ser parte del béisbol profesional", dice Pérez. "No quiero que piensen: 'Es imposible llegar donde está Martin ahora. Nada es imposible. Solo tienes que tener eso en tu cabeza y trabajar duro todos los días e intentar ser mejor, y lo vas a lograr".
La brújula interna y los sentimientos caritativos de Pérez lo han guiado a través de paradas en su carrera en Texas, Minnesota, Boston y una segunda oportunidad con los Rangers. Dondequiera que lanza, el camino invariablemente lo conduce de regreso a su lugar de nacimiento y hogar de toda la vida en Venezuela.
"Soy quien soy porque nunca olvido de dónde vengo", dice. "Siempre tendré a la gente que me ve ir a jugar béisbol. Creo que esas personas me hicieron fuerte, y siempre las tendré en mi mente y en mi corazón".